Apnea del sueño
¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño es un trastorno del sueño en el que la respiración se detiene y recomienza repetidas veces. Si roncas sonoramente y te sientes cansado, a pesar de una noche completa de sueño, puede que tengas apnea del sueño.
Las señales más comunes de apnea del sueño son:
- Ronquidos fuertes
- Momentos mientras duermes en que dejas de respirar durante unos segundos (lo percibe otra persona)
- Despertarse con la boca seca
- Dolor de cabeza al despertarte
- Sensación de sueño excesivo durante el día.
- Cansancio injustificado desde que te levantas
- Irritabilidad
- Falta de atención
Síndrome de la apnea del sueño
Este problema surge por una reducción del espacio en la vía aérea para que circule el aire. Cuando el cerebro detecta que no llega el suficiente oxígeno al cuerpo, le despierta (microdespertar). Esto dificulta la función reparadora del sueño.
Algunos factores que aumentan el riesgo son:
- Sobrepeso
- Vías respiratorias estrechas
- Perímetro del cuello
- La edad
- Consumo de alcohol y tabaco
- Antecedentes familiares
- Obstrucción nasal
- Problemas cardíacos o pulmonares.
Apnea del sueño Consecuencias
Las consecuencias de la apnea del sueño en el organismo incluyen:
La fatiga durante el día, el aumento de la tensión arterial y problemas cardiacos, mayor posibilidad de desarrollar diabetes, problemas del hígado, posibles complicaciones con la anestesia general (no local).
Como hemos dicho anteriormente algunas causas relacionadas con la calidad del sueño se encuentran en la cavidad oral. La posición de los dientes, lengua, los huesos maxilares, amígdalas y la musculatura oral facilitan o impiden el paso correcto de aire hasta los pulmones.
Algunos signos presentes en la boca pueden alertarnos: dolor en la articulación de la mandíbula, importante desgaste dental, la respiración oral, la posición de la lengua incorrecta al tragar o respirar, la posición de la mandíbula más retrasada.
Diagnostico
Su diagnóstico temprano permitirá prevenir estos problemas.
Una vez detectado en clínica colaboraremos con un equipo de especialistas que se encargará de realizar pruebas más específicas como la polisomnografía (estudio del sueño).
Existen varios grados de severidad.
- En los casos más leves o moderados el tratamiento podría consistir en un aparato nocturno que corrige la posición de los maxilares para permitir la apertura de la vía aérea y el paso correcto del aire. Su diseño se realiza en la clínica dental. Otra opción es el empleo de dispositivos a modo máscara que permiten respirar aire a una presión mayor para evitar el cierre de la vía aérea.
- En los casos más severos podría ser necesario un tratamiento de cirugía maxilofacial para modificar la posición de los huesos maxilares.
Otros tratamientos como la ortodoncia y la prótesis pueden ayudarnos a reducir su severidad.
La detección en los niños nos permitirá redirigir su crecimiento para solucionarlo sin la necesidad de llevar un aparato en el futuro o reducir la probabilidad de cirugía.