Son múltiples las causas que pueden acabar derivando en una extracción dental; pero en lo que queremos centrarnos hoy es en los cuidados para prevenir cualquier complicación
Uno de nuestros propósitos como odontólogos es evitar cualquier extracción dental; es decir, mantener una boca y una dentadura sana para no tener que sacar ninguna muela ni diente. Desafortunadamente, en ocasiones, o bien por el hecho de que el paciente venga muy tarde o porque la dolencia pueda acabar en infección, debemos recurrir a la extracción dental.
Puede pasar si se trata de una muela del juicio, lo más habitual es que ocurra durante la adolescencia; si está rota la pieza, en caso de que se sufra un dolor muy intenso causado por una caries, por ejemplo, o si se está produciendo un desplazamiento de los dientes o una alteración de la dentellada.
Como cada paciente es único, no os vamos a hablar de causas más concretas; pero sí, de las recomendaciones y cuidados que todos deben llevar tras una extracción dental.
Postoperatorio
Además de los dolores que conlleva una extracción, también se debe tener especial cuidado con la alimentación, el descanso o la actividad.
- Sangrado de la zona. El primer día puede ser normal que sangre así que colócate una gasa estéril doblada y presiona suavemente durante 30 minutos o hasta que cese.
- Después de la extracción dental, aplícate frío en la cara para bajar la inflamación cada 30 minutos.
- Sigue una dieta blanda y fría y procura no masticar por el lado de la herida.
- La primera noche mantén la cabeza un poco levantada con cojines, para evitar hemorragias o que aumente el hinchazón.
- Durante los tres primeros días tras la extracción dental, evita esfuerzos y movimientos bruscos.
- Evita el tabaco, el alcohol y las bebidas carbonatadas durante, mínimo, una semana.
- Al día siguiente de la intervención, enjuágate la boca cuatro veces al día con agua tibia salada y al acabar, no escupas muy fuerte, deja que el agua caiga lentamente.
- La higiene es más importante que nunca: después de cada comida, limpia la zona con una pequeña gasa húmeda; cepíllate los dientes con mucho cuidado y acaba con enjuague bucal.
- No saltarse ninguna de las pautas de antibióticos, calmantes o cuidados.
- Y, por supuesto, si sufres dolor intenso prolongado, inflamación, hemorragia o fiebre, contacta inmediatamente con tu odontólogo.
Esperamos que te sirvan de ayuda todos nuestros consejos y si quieres que te atienda nuestro equipo de odontólogos, ¡ponte en contacto con nosotros!
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