Por desgracia, son muchos los sustos dentales en Halloween y durante todo el año, por eso, hoy os vamos a hablar de lo que más nos asusta a los dentistas
En la época más terrorífica del año vamos a hablaros de sustos dentales en Halloween y durante todo el año. Aunque algunos pacientes nos vean como seres fríos y despiadados (¡es broma!) también tenemos un corazoncito y hay cosas que nos asustan.
En el mundo de la odontología es común que los pacientes sientan cierto temor o ansiedad antes de visitarnos. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado qué es lo que más asusta a los propios dentistas? En este post, desvelaremos algunos de los misterios detrás de lo que hace que los odontólogos nos llevemos sustos dentales en Halloween y todo el año.
- Problemas dentales avanzados: Cuando los pacientes postergan sus visitas a la clínica durante mucho tiempo, sus problemas dentales se vuelven más complicados. Esto puede requerir tratamientos más invasivos y largos, algunos hasta nos dicen “Quítame todos los dientes”.
- Tratamientos de emergencia: Los casos de emergencia pueden poner a los dentistas bajo presión, especialmente cuando se enfrentan a situaciones inesperadas y urgentes. Mantener la calma y proporcionar atención inmediata es esencial.
- Falta de higiene: a veces oímos frases como “no me he cepillado los dientes en la vida”, “me los lavo cuando me acuerdo”… y os aseguramos que eso sí que nos asusta profundamente, pues cepillarse los dientes debe hacerse al menos 3 veces al día. A veces también nos encontramos con trozos de comida entre los brackets e, incluso, las encías llenas de pegamento para prótesis temporales.
- Malos hábitos: como consumir mucho azúcar o alimentos azucarados, morder hielos constantemente, respirar por la boca exclusivamente.
- Odontofobia: que los pacientes nos digan que nos temen o que nos odian también nos aterroriza, puesto que nos esforzamos por crear un ambiente relajado en el que puedan sentirse cómodos y podamos trabajar sin problemas. Además, también tenemos nuestro corazoncito.
¿Qué os parecen nuestros sustos dentales en Halloween y todo el año? Aunque nos tengamos que enfrentar a ciertos desafíos y situaciones que pueden ser intimidantes, estamos altamente capacitados para abordar estos problemas.
La comunicación abierta entre paciente y dentista es clave para superar los miedos y las preocupaciones por ambas partes.
Recordad que los dentistas también somos seres humanos que experimentamos emociones y gran parte de nuestro trabajo se fundamenta en establecer una relación de confianza en la silla dental.
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¡Feliz Halloween!